Ese es? Pero, está parado ahí con su coca y su cigarrillo. No nos ve, saludalo.
No, esperemos, qué colgado está..
Pasaron unos minutos y él seguía ahí, mirando ningún lugar, en una mano un cigarrillo que se llevaba constantemente a la boca y en la otra una coca cola que se acababa de comprar aparentemente. Lo chisto y cruza. "Tanto tiempo" decimos, sí, la verdad, dos años de la primera y única vez que le vi la cara a Jorge. En ese casamiento, que ahora parece inverosímil en mi memoria, los dos sentados ahí afuera, charlando de escritores rusos y adentro la gente bailando éxitos de los ochenta. En fin.
Como para variar nadie sabe qué quiere hacer ni dónde ir. Yo camino por el medio de los dos mientras nos dirigimos a devolver unas películas y Jorge dice "siempre ayuda algo para tomar", pues buenísima su idea, clásico santiagueño.
Qué vamos a tomar? Yo quiero vino, toman blanco o tinto? Blanco digo yo, pero si quieres comprar un tinto para vos, todo bien, nosotras vamos a tomar blanco. Es dulce? Eh.. sí sí (???) y agarro un Valmont y pienso que fue una excelente elección.
Resultó que el vino era muy seco, y puesto una hora en el freezer estaba muy rico. Y ella sacó una sidra porque no le gustó. Entonces estábamos los tres en pareja.
Luego de que ya no había nada, subimos y a la pileta. A la pileta ellos, yo me tiré al lado sobre el piso y a mirar un poco el cielo. Una charla existencial forzada, unos escritos antes medio bizarros, unas miradas y unas palabras de convencimiento paranormales y ya no se podía seguir el hilo de nada.. Nos reíamos sin saber de qué y yo mirando al cielo y ellos que ya salían de la pileta congelados y él que se acostaba atrás de mi y ella que no quería bailar un poco..
En fin, bajamos y dormimos. Y hoy la casa de ella era un desastre.. pobre.
Yo ayudé un poco, pero bueh.
Ultimamente ando en el limbo.
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