lunes, febrero 20, 2006

No mucho para decir sobre

19:22 me bajo del 107, chequeo el aula.. 303 no, tengo que subir al tercer piso, por supuesto que voy a subir por elevador, antes, el apunte del tercer módulo. Más plata.
Siento el calor que me pesa en el cuerpo, arrastro las ojotas y maldigo los jeans. Dame el apunte de Valdés, y sí, no pienso poner buena cara, tengo demasiado calor.
Compro una lapicera, estudiante de diseño gráfico sin lapicera, no es raro. Subo al tercer piso, en un aula para trescientas personas no debe haber cincuenta, veo a la profesora escribiendo el pizarrón, pienso que la teórica ya empezó, qué lástima. Me siento en la fila 3 puesto que sin anteojos no veo un perno. Busco a Rober, maldito, me ha mentido, no está, ahora me tengo que volver sola en el 107 de nuevo. Maldito Rober, ya me las ha de pagar.
La señora enumera las fechas de las clases que nos quedan, evidentemente no quiere estar en ese lugar, y pareciera que falta una teórica más aparte de esta a la que acabo de llegar. Miro las fechas y no puedo creer que todo ya esté pasando tan rápido, seguramente un día de esos ya estaré cursando lo otro y va a ser un embrollo donde mi cabecita debería estar en dos lugares al mismo tiempo, pero en fin, ya veremos qué pasa.
Mucho calor, todos sudamos y los ventiladores no dan ni una vuelta cada diez segundos, no puedo más. Las gotas de transpiración caen por mi cara. La voz de la señora ya es un mantra que me adormece "bla bla blá" sin embargo ahí viene mi señal, muy sutilmente entre sus palabras logro distinguir un "..sólo vamos a hablar sobre el trabajo final y la fotocopia con las consignas están en el segundo piso.." No está ninguno de mi grupo y por qué tengo que estar yo? Guardo mi lapicera nueva, cierro la mochila, me paro y me voy.
Tomo el colectivo. Llamaré a Luciana para ir a su pileta.
20:20 Llego a mi casa, no estuve ni media hora en clases, abro la puerta del edificio, miro a la derecha y me veo. Tengo que parar un segundo para verme. Soy un ser pegado al piso, me pesa el cuerpo del calor, los pies no se ven por los pantalones oxford, me los levanto un poco y ahí están mis dedos, que claman por un poco de aire. Tengo la mochila pegada a la espalda, la remera al cuerpo y el pelo: The Lion King.
Hoy es uno de esos días que no dan ganas de vivir. Bah, o uno de esos días que sabés que no vas a poder dormir del calor y no vas a querer dormir, porque mañana va a ser otro día para afrontar y darle la cara.
Hay ganas? No, de nuevo in the hole Lau? Hope Not.

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