martes, diciembre 13, 2005

Sonhos

Dormirse a las siete de la mañana es casi un estilo de vida.
¿Por qué me habré dormido a esa hora? ah cierto, es que me puse a ver El Dormilón a las cinco, pero, por qué a las cinco recién? Ah claro, porque volví a las siete a mi casa y me acosté y me desperté a las once, medio desvelada será.. Comí? no, no comí, tengo que comer.
Me levanto y me da un poco de taquicardia.

Caminaba por la calle Santiago, cerca de las vías, un tumulto de gente en el bar América donde iba cuando era chica y mis abuelos vivían en la calle Salta. Yo quiero uno de pan negro, pollo, aceitunas negras y tomate, no, jamón no, queso tampoco y una coca.
El Bar América, donde hacen los mejores sanguches de miga de Tuculandia. Sillas de metal afuera y adentro, doble mantel y mozos de mil años que ya te conocen. Y vos, vos ahí sentada mirando el lugar, pensando que es hora de que prendan el ventilador y que por suerte el televisor no tiene sonido y juega boca, y no te importa. Son las dos de la tarde. Están todos, somos muchos y algunos hoy no están, estamos en una mesa redonda y grande. Empieza alguna discusión, pero no presto atención. Hay algunas moscas, hace calor, es Tucumán.

Y yo voy caminando por la calle Santiago en contra del tráfico por la vereda. La gente está amontonada y me acerco, miro por encima de unos hombros y veo a alguien sentado detrás de una cámara, filmando una escena de algo, algún proyecto. Me pregunto quién elegiría Macondo para filmar? Qué se puede filmar allí? Quizás si alguien rompe un huevo sobre el pavimento, se cocina rapidamente. Miro para ver quiénes son los personajes. Demi Moore, puede ser cierto esto? y el rubio este? no es tan rubio, más bien diría yo, pelo plateado y piel muy dorada, mucha cama solar para una sola persona, Sergio Dennis. Demi Moore y Sergio Dennis en unapelícula y juntos? Mucho para mi. Paso la gente, algunos me dicen cosas, no me importa, atraviezo la escena y la cruzo justo por el medio de los actores, pienso en sacarme una foto porque nadie luego me creerá, justamente llevo mi cámara conmigo. Pero no lo hago, ni los miro a los ojos, sigo de largo y me siento sucia por haber tenido la idea nomás.

Vuelvo al colectivo, por enésima vez me preguntan si quiero speed con vodka, accedo porque me harté. Está Santi ahí y se rie y está más japonés que nunca. Agarra el speed y se lo toma.
"No Santi! y ahora qué hago? no me gusta el vodka"
-Ponele jugo de naranja jajajajaja!
"Dejá de tomarte todos los speeds"
-Pero a vos no te gusta el speed.
"Es verdad, no me gusta..."

Se apagan todas las luces y la casa está muy vacía pero es porque la gente está muy escondida.
"Cobardes" pienso. "Cobardes, afronten la oscuridad". Y camino aunque no veo nada. Busco a alguien, creo que sé a quién busco, sé también dónde se esconde, pero no me animo a correr esa cortina. Veo sus pies que no se mueven. Está estático, pero respira porque la cortina se mueve como si respirase. Le agarro el brazo y se asusta, lo suelto.
Sigo caminando por la casa y me alejo de quien busco. Me pregunto si no es mejor buscar un trago para pasar la oscuridad. Dicho y hecho. Encuentro la barra y me sirvo lo que llego a agarrar. Amargo y quema. Se hace un poco la luz y nadie sale de su escondite.
"Cobardes" pienso "Cobardes, afronten la oscuridad".

Suena el teléfono como todas las mañanas de estos días y me despierta. Por supuesto, no lo atiendo.

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