chchchchineseeeeeee

5 tazas de agua.
1 de arroz.
11-12 minutos hirviendo.
Et voilá dannette! tenemos un riquísimo arroz chino preparado.
Al recipiente, freezer, 15 mins.
Salsa de soja, palitos y a ver una película.

It´s getting better all the time.

Hoy a las doce, me tomé el 168 para volver a mi casa y mientras viajaba, miraba por la ventanilla. Salió el sol, pensé. Ya era hora, también pensé. Un abuelo discutía con su nieto de 10-12 años sobre si el papel de lija era mejor que una lima de uñas.
Un señor se para al lado mio, de pronto los dos miramos por la ventana y supongo que pensamos que salió el sol y que ya era hora de que eso suceda. Prefiero viajar parada, o por lo menos hoy lo hice. Van pasando los árboles, alvarez thomas, elcano, crámer, el sol se refleja en los costados humanos, la gente camina en la calle y la mayoría va riendo, me pregunto en qué momento dejé de pensar en eso.
La gente que rie. Me acuerdo que antes cuando viajaba en colectivo y veía a las personas, imaginaba las conversaciones que estaban teniendo, lo que estaban sintiendo o lo que estaban pensando. Siempre toda visión de los hechos ha sido un poco trágica exagerada. La mayoría tenían problemas terminales y situaciones sin resolver.
Hoy todos parecían felices. Los que caminaban y los que iban en autos/colectivos. La mayoría tenía una mirada perdida y soñadora. Me pregunté de nuevo, cuándo había dejado de pensar en ellos, cuando había dejado de considerar a las personas personas y en qué momento todo lo había concentrado en mi, en mi propia vida en sólo lo que a mi me importaba.
Me di cuenta entonces, que lo que menos me importa ahora, es lo que me importa, el placer ajeno es siempre más placentero que el propio generado por uno mismo.
Pago oro por ver la cara de mi hermano más chico cuando hablamos de música, cuando nos decimos que nos queremos. Pago oro por los ojos de mi abuelo al verlo después de seis meses. Pago oro por las sonrisas.
Busco la belleza, no hay duda, es el fin de mi existencia.
No importa cuántas noches bizarras me tomó darme cuenta, pero lo bueno es siempre volver al tronco esencial, porque de eso se trata, no? No perder la esencia, ni en los momentos más terribles y más difíciles de la vida.