domingo, diciembre 18, 2005

Hanna y sus hermanas

Tengo que ponerlo por escrito.
Lloré al final, desde la casa de discos hasta el espejo.
No puedo decir si supera a Manhattan, pero definitivamente es una de las mejores, además Cole Porter! qué más puedo pedir? Woody woody....
Es como si uno estuviese hundido en un sueño de no despertar, y de pronto se da cuenta de pequeñas cosas que van surgiendo. Todo a su determinado tiempo, nada puede ser siempre antes de lo que debe ser. El amor es tan impredecible. El amor es tan una de las mejores cosas en la vida.
No siempre se trata del amor por otro ser humano, es el amor en sí. Es tan caprichoso, es tan incomprensible. El secreto debe ser no buscarle mucho la vuelta, si es amor es amor, no por qué es amor? o por qué a mi me toca enamorarme. No, creo que así no sirve. Claro que es difícil no hacerse las otras preguntas, porque es parte del ser, es parte de uno, quizás nos damos cuenta del verdadero tronco cuando ya pasó, cuando toda el agua está calma, cuando la vida nos va queriendo sonreir de a poco.
O acaso alguien no disfruta a veces de su propia compañía?
Hoy me levanté, y abrí un poco la persiana, un gran sol, y yo todavía duermo con dos frazadas.
Tenía los pies helados, como para variar. Me quedé un rato acostada y decidí que hoy no me iba a quedar en mi casa. Llamé a tucumán, era el cumpleaños de padre, se juntaban todos a comer empanadas, hace calor, todos en la pileta, escuchando música celta. Calor y música celta? no van de la mano, pero es una costumbre extraña de los domingos ultimamente según tengo entendido.
Me figuré entonces el domingo que viene, atareada y atontada de calor, levantándome a duras penas con un ventilador o con el aire prendido. Caminando por la mate de luna a buscar las empanadas, deseando una ensalada, deseando estar en mi casa.
Entonces me dieron más ganas de hacer algo, me levanté, me vestí y me fui por el diario. Hoy definitivamente debía ir a ver algo que me venía prometiendo hace un tiempo ya.
Diario bajo el brazo, me tomé el subte, combinación y al Borges. Tenía que ver esos grabados de Chagall.
Maravillosos.
Bajando por las escaleras del lugar se me ocurrió ir a algún bar perdido a tomarme un té y terminar un artículo inconcluso de página. Caminé y caminé, y no encontré un lugar que llenase mis deseos, volví a casa y pasé por el video club para buscar esta película tan recomendada por mi amigo Mariano.
Qué más puedo decir?
Todo está tan próximo que me da miedo morir, eso es tan judío por dios.
Quién sabe? quizás entre a una disquería y tenga algo de suerte y termine frente a un espejo (en un par de años) y todo tenga un poco más de sentido.
Quién sabe realmente?

No hay comentarios.: