sábado, febrero 25, 2006

casi de barrio

Ahí estábamos los dos, sentados en esa plaza en la noche de ayer. Pisando la arena y hablándonos sin mirarnos a los ojos. "Cada uno vive lo mejor que puede vivir" dijo él, y yo inmortalicé ese momento para mi.

Hablar sobre el "sentido de la vida" o mejor dicho "del ser" es siempre muy complejo. Creo y todo que es mejor escuchar lo que todos tienen para decir, por lo menos es en mi caso así. Yo? yo no sé nada de la vida, y mucho menos de sentidos de ésta. Quizás lo más convincente es el no sentido de la vida, y mejor sería sentarnos todos y debatir horas sobre este para ver a qué punto llegamos pues seguro siempre habrá alguno que diga que el no sentido no tiene sentido y así. Quién realmente sabe algo sobre lo que a la integridad del ser respecta? (por llamarle de algún modo). Ser exclusiva y extremadamente existencialista te vuelve un modo rocoso lleno de aristas, por donde mires o toques puedes lastimarte, puede rasparte y sobre todo, marcarte para siempre. En realidad no es que no sepa nada de la vida, no se nada de nada, a veces eso es como desesperante, pero luego se calma un poco, pues acepto mi condición limitada de ser yo misma.
Sí, quizás él tuvo razón anoche y mi problema es pensar mucho, quizás pensar tanto desgasta el cerebro y empieza a transformarme en un ser paranoico y fatalista. Fatalista por qué pensarán? porque me amoldo a la situación sea la que sea, puesto que afirmo que control no tenemos sobre nada, aunque podemos debatir qué es nada y qué es todo, me refiero más particularmente a nada de nada, yo nunca elegi nada, o bien hago pequeñas elecciones demasiado condicionadas a lo largo de los días. Tema de nunca acabar. Quién es libre realmente? como diría nico "nadie, nunca". Y así renuncia a su libertad imaginaria.
Hagamos de cuenta que somos el último eslabón de una mamushka gigante, somos ese bebito amarillo que ha nacido de una mujer gorda, que ha nacido de otra y así etc miles de veces. Traemos con nosotros esto que llamamos inconsciente colectivo, que es el micro más grande hasta el momento en el que nacemos y viene a los choques contra las paredes del cerebro, viene ahí y de ahí no sale tan facilmente. Se me viene a la cabeza de nuevo Sartre "condenados a ser", condenados a existir, otro filósofo diría que bien hemos sido condenados a nacer, deberíamos apresurarnos a morir, vivir es la condena, vivir es la catástrofe.
Jung diría que todo es un signo, y Barthes probablemente diría algo parecido, y todo así es muy platónico y yo estoy de acuerdo. Yo siento que vivo en un mundo señalizado, qué veo realmente? esto que veo no es realidad? y no quiero hablar de la experiencia aún, quiero hablar de la señalética, de aquellos automatas que significan personas. Tampoco puedo afirmar que esto sea muy certero, pero me parece tan hermosa teoría que la hago un poco mia. Y pensar que vivimos en un mundo de ideas, es para mi un poco más tranquilizante que pensar que todo lo que veo es pura realidad. Experiencia? conocer por experiencia? eso entra en otro plano del que estoy tratando de hablar. Conozco en base de la experiencia aquellos signos que implican una realidad que nunca veré.
De espaldas, atada de brazos en una caverna, viendo sombras proyectadas por un fuego que enviste personas que llevan los objetos en sus manos, esa soy yo.

Es tan lindo el encuentro entre las personas, es tan lindo escuchar.

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