lunes, enero 09, 2006

Tenía que pasar

Es que yo ya se lo había dicho mil veces.
"La mesita de luz, no es lugar para vos" y jamás me escuchaba, se ponía todo terco, se enojaba, hacía pucheritos y hablaba por lo bajo, hasta tal punto que yo me levantaba y le decía "mah sí, andá" y me iba y encima le apagaba la tele.
En general decía que le gustaba estar ahí sobre el vidrio porque podía leer cuando yo leía, podía ver tele, charlaba conmigo y una vez pero una sola vez me dijo que se quedaba ahí porque le gustaba mi cara cuando dormía y estar seca de mi foto. Ese día me sonrojé y le dije que no exagere y nunca más mencionó el tema de la dormida, más bien lo reemplazó por decir que estando ahí estaba justo debajo de la lamparita y se tostaba de lo lindo, como para quedar más atractivo (yo siempre pensé que a pesar de su nariz medio grande, es un tipo sexy).
A mi me cae re bien, pero es medio raro, y obvio que iba a ser raro, no? porque no tiene ni orejas, y ya alguien que no tenga orejas es raro, porque o le pasó algo, o vino fallado de fábrica y a éste me parece que le pasó algo, creo que se le salió una y la otra se la sacaron, igual no pasa nada, yo lo adoro, pero no quiero decir muy fuerte porque después se agranda y anda haciéndose el lindo, bien presumido es.
Resulta que una vez meta charlar ahí una noche, ya había yo apagado las luces, me decía que tenía un poco de miedo, y yo le decía que no había de qué temer, que se concentrase en los dibujos en las paredes, aquellos dibujos que se formaban con la luz que atravieza mi persiana. Líneas que vienen de una pared a otra y miles de vértices que destruyen una armonía pero componen a otra. Le decía que tantas líneas era como haber sacado una foto en una noche a una autopista unidireccional de muchos carriles dejando el obturador abierto un rato, y que esas eran solo las luces blancas de los automóviles.
Cómo le gustaban mis relatos, me acuerdo que se dormía muy tranquilo y a la mañana estaba sonriente y los cachetes todos colorados (clásico de él).
Cuando no le contaba cuentos, hablábamos de cómo éramos nosotros y recordábamos otras cosas, nos reíamos, a veces nos poníamos tristes pero qué se yo, era bueno tenerlo ahí.
Cabe acotar, ya que me fui por las ramas describiendo nuestra relación, de que era raro no sólo por faltarle las orejas, sino todo el cuerpo, pobre. Era así qué se yo, medio pinochesco, medio de madera a veces, pero suave para decir y para tocarle la piel.
Hace unos días estábamos hablando y me decía que estaba terriblemente triste y que ya no quería hablar más de nosotros, cosa que me afectó mucho, ya que hace un tiempo que charlamos todas las noches, decidí apagar la luz y darme vuelta.
Al otro día ni lo miré y estuve todo el día fuera para no cruzar palabras con él.
La cuestión, para no retrasarlos más, es que hoy cuando volví a mi pieza lo vi ahí y casi me muero, bien cerquita de mi almohada como a los gritos estaba.
Me acerqué y se había quebrado la nariz porque tan deprimido había saltado al vacío; en un acto de desesperación me arrodillé y empecé a buscarla, cosa que no fue fácil dado el tamaño pero bueh, al final dí con ella. Se la pegué con la gotita y decidí que era tiempo de que esté con gente de su gente, así que más me dolió a mi que a él dejarlo ahí, en otro purgatorio más, todos medio aplastados pero qué se yo, primero me miró mal, pero al ratito lo escuché charlando y a las carcajadas y me acerqué y me estaban sacando el cuero, uno decía.
"Sí, le vivo diciendo que no se ponga a bailar sola que parece una tarada.."
"ah sí? yo le vivía diciendo que no ponga colcha que después se levanta toda acalorada o que duerma más liviana!"
"y yo!!!!!" gritó uno "yo siempre le digo que coma algo más qeu esos enlatados y se hace la que no escucha"
Y así, de que con crema en las manos voy a dejar el teclado un asco, que corra el ventilador que ahí no les da a ellos (qué tal), que guarde la coca en la heladera, que llene las cubeteras, que apague el gas, que esto, que lo otro, que ese pantalón me hace gorda, que el otro me queda mejor, que me ponga pollera, que deje de andar tan tapada que tome sol, ETC...
Me tienen podrida.

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