sábado, octubre 15, 2005

de nuevo

Medio soñando no entendía nada de lo que pasaba.
Tenía los ojos entrecerrados y pensaba en praderas y en gente con la que no me veo hace tiempo ya.
Trataba de abrir los ojos pero el sueño era muy profundo, me llevaba a seguir ahí, mirando aquellos ojos que no veía hace años, y escuchando voces que supuestamente nunca más iba a escuchar. Porque eran de personas que ya habían muerto.
Hay veces que los sueños parecen tan reales que uno no puede creerlo, y las charlas son algo tan común que no asustan por más que la conciencia te diga que es imposible.
Siento extraño en las manos y me despierto, trato de entender qué hago parada en la cocina y sobre todo trato de asimilar las sensaciones que estoy teniendo.
Me doy cuenta que estoy parada frente a la pileta de lavar los platos, y supuestamente me he quedado dormida mientras lavaba.
Parece haber muchas cosas sucias y que el agua está corriendo hace rato, que la cocina está tapada y ya la pileta es literalmente una pileta.
Toco la mesada y hay agua en la mesada, miro hacia abajo y el agua me llega hasta las rodillas, no entiendo cómo pasó, todo está desbordado y temo electrocutarme, me parece que si apago o desenchufo algún artefacto alguna chispa podría matarme.
Me pregunto qué es peor quemarme de a poco o quemarme en un santiamén.
Es agua hirviendo y no puedo moverme hacia ningún lugar. Todo mi departamento está bajo ella, mis piernas están rojas y me arden y duelen.
Abro los ojos y estoy en mi cama, supongo que es la fiebre que creo tener.

No hay comentarios.: