sábado, agosto 13, 2005

No todo en la vida es

TIPOGRAFÍA: hoy me di cuenta que realmente apesto. Estuve cuatro horas para hacer una b de palo seco de un metro más o menos con carbonilla y papel de fiambrería, y no lo logré, sólo logré ensuciarme, tirar coca sobre apuntes y cuasi pelearme con un docente. Será que a uno le apasionan las cosas que no salen con naturalidad? debería ser todo lo contrario, así estaríamos todos felices y la vida sería nada más que un resplandor de buenas emociones.

No sé si me levanté con el pie izquierdo, pero me levanté con todo mi cuerpo, y a las ocho y media; llegué al taller y no empezamos hasta casi las diez (cosa que me molesta, digo, empezar tan tarde las clases o cuando los docentes llegan tarde o lo que sea, en esos caso quedemos que las clases empiezan más tarde y todos dormimos un poco más).
Empezamos y empezamos, no se puede hacer caligrafía pensando en otra cosa, deberían pasar música de época o no sé.. pegar imágenes de Morris, de Miedinger o de otros calígrafos, qué se yo, pero deberían hacer que uno no sea libre de mente mientras tenga que "reconstruir" trabajos ajenos, porque hay que estar en la mente del otro, a mi nunca me va a salir una helvética, nunca me va a salir una univers, y mucho menos alguna con serif.

A lo que voy, es que, pensar en cualquier cosa mientras se hace caligrafía puede ser nocivo.

LAMBADA: por una extraña razón bajé esa canción engañada que era otra, pero bueh, ya está ahí, ahora la vamos a poner una y otra vez hasta que me guste o me la sepa (lo más probable es que termine bailando esos "ritmos vulgares" -como diría alguien-).
Me acuerdo cuando pasaban por telefé el video, jaja, y yo pensaba que eso era pornografía, y todo lo que hacían al bailar me parecía extremadamente pasado de mambo, y cambiaba de canal urgente.

BOSSA NOVA: por qué no?

EXTRAÑAR: y no debiera.

Cuáles son las conclusiones? pues no sé, sólo que me doy por vencida con tipografía, me ha destruído antes de que haga nada importante con ella. Son esas cosas a las que uno le pone mucho empeño y no ve frutos. Así que.. qué curso de caligrafía japonesa ni qué ocho cuartos.. ya fue, mejor me dedico al hurto, es algo que los tucumanos sabemos hacer bien.
Ja.

No hay comentarios.: