lunes, julio 25, 2005

En la grieta

Ay Amor mio, qué terriblemente absurdo es estar vivo. Qué certeza en la boca de Silvio o de Aute, o quien sea el que cante esta verdad con tanta elocuencia.
Por más que el género no sea uno de mis preferidos, debo admitir que cuando estaba escuchando esta canción algo pasó, y no pude dejar de pensar en esa frase.
Luego me subí al 4 para ir al centro, el ruido del vidrio de la ventana medio suelto me aturdía, saqué un libro, Proust, aforismos y máximas, o sea, frases sacadas de su más exitoso libro.. y me pongo a leer unos pensamientos referidos al amor, y al amor en los sueños, entonces leo que un dolor puede en el sueño materializarse de diferentes maneras entre otras, alguna frase de moliere que te atormente, paro ahí. Recuerdo cuando leía a Moliére en la secundaria, miro por la ventana y añoro esos años donde nada me preocupaba y era tan libre, enfoco y veo un cartel donde promocionaban una obra de Moliére, escalofrío.
Estar vivos con una razón, eso debería ser. Levantarse todas las mañanas y saber por qué saco mi cuerpo de debajo de las colchas, saber por qué debo abrir los ojos y empezar de nuevo. Pero no es así, y es por eso que todo roza o mejor dicho, pisa el plano de lo absurdo, eso que no vamos a comprender porque nos supera, o por lo menos a mi me supera. Creo que lo que hay que temer y cuidar que no pase, es que lo absurdo se vuelva bizarro, porque ahí perdimos. Todo lo que es bizarro, es un camino de ida, y creo que lo peor, es que es bizarro aunque sea normal porque nosotros nos convencemos que es así (bizarro), es como en el amor, todo es autoconvencimiento ante la duda.
Eso es todo. Por ahora.
Qué decepcionante.

No hay comentarios.: