Errores

Como cuando tardás cinco meses en empezar a pintar y das la primera pincelada y decís "NOOOOOOOOOOOOOOOOO... no era el color que quería.. CÁSPITAS!" pero bueh.. seguís, porque c´est la vie y no hay más pintura que esa.. Maldecís un par de veces y hasta te imaginás preguntando en alguna pinturería "pero si le pongo encima de otro que es así y así, qué pasa? cómo queda? lo qué?".. pero bueh..
Después querés pintar la segunda mano al segundo de haber terminado la primera, porque la ansiedad te mata... y no no no.. ya te ves diciendole al pinturero "y no tiene un color como este asinito igualito? no? uh.. " así que si te dicen "mañana", será el sábado...
(se hirvió el agua de nuevo.. la que lo parió..).
En fin.. empiezo con la pared nº3 y no puedo más.. muy alto para mi.. ay, la ciática, se acabó, me tomo unos mates.. y sigo.. ehh.. dentro de un rato.
El problema de hermosear la casa es hermosearla, porque para pintar, por ejemplo, hay que hacer espacio, o sea, todo al medio, y todo al medio en medio de una entrega de nueve piezas que son collage, por ende, se hace un caos y es imposible vivir aquí.
Miro a la derecha, veo el balcón, el sol que entra a medias (a rayas, en raya, en medias)...
Miro a la izquierda y me quiero matar. Las sillas amontonadas, los sillones llenos de cosas, la mesa y el tablero son montañas, el estante dado vuelta y de fondo, una pared mal pintada.
Errores del estilo, es decir, de sobre estimar su espalda, su ciática... se cometen de a montones y sin parar.
Es remanente sobre todo (sobre-evaluar, estimar, estimular, etc) la cuestión es saber pisar al tierra de vez en cuando y entender que la magia es magia y no es para todos.
Se acabó.