Soy un aborto de poesía y tercer mundo. Un engendro de grasadas y léxico impecable. Una muestra constante de hilacha de una prenda de marca. Una suerte de clásica que piensa como retro y quiere ser moderna. Un equilibrio lleno de desequilibrios. Una mente atareda y un cuerpo cansado y un montón de cosas pendientes frescas. Quiero hacer belleza pero siento que para hacerlo debo ser lo contrario.
Qué espanto ser tan pretenciosa.
Qué terrible ver las cosas "como deben ser vistas".
Me niego a aceptar que cuando me veo en el espejo no era lo que esperaba ver.
1 comentario:
genial
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