domingo, noviembre 25, 2007

Su Srta. Historia.

Siempre olvidando que la base de toda historia es la historia misma, sin la conciencia inconciente de dicha historia la historia de hecho no se llevaría jamás a cabo, quiero decir con ésto de que no debo olvidar que para que exista el dibujo ha de existir la hoja y el lapiz, una obviedad, y también la inspiración, yo, mis padres, el momento, la imaginación, mis abuelos, los momentos de pasión desenfrenada, los momentos en el fondo de mi casa subiendo al níspero jugando a los monos con mi hermano, subiendo un conejito de indias pensando que era una ardilla y dejándolo caer hacia la muerta, produciendo el peor trauma en la historia de mi niñez. Todo eso ha de existir para que yo hoy tenga ganas de dibujar un hombre con cara de perro como el de Susy, la diva argentina.

No tengo que olvidarme que para estar ahora escuchando Antony and The Johnsons, un par de años atrás he tenido que ir con mi primo en el auto escuchando primero Micah P. Hinson y pidiéndole que ponga una y otra vez el cover de Jeff Buckley, yard of the blonde girls, sin antes pasar por nuestras bocas y oídos Tim, y así, terminando en esta voz extraña que es la de Antony que bien dice que ahora es un pibe y luego será una lady. No tengo que olvidarme del día que fui a comprarle el disco de Jeff y no estaba y compré uno de Elliot y ahí conocí a Elliot, cuando de pronto en la disquería uno me hablaba de los Smiths y me ofrecía una cinta y me sentía en Alta Fidelidad y esto ya lo conté. No me tengo que olvidar de eso.

No tengo que olvidarme que para acordarme de esto tuve que leer algo que me hizo acordar que me gustaba Sartre y eso me hizo darme cuenta que Sartre es hermoso y adolescente, Sartre es para cuando llega la pubertad, Sartre te desvirga.

No tengo que olvidar cuánto me dolió en el alma la náusea y cómo cambió mi vida en ese momento tan Socrático/Platónico que estaba viviendo. Franceses para los que no sabemos nada, alemanes para los que saben.

El que sabe sabe. Yo no sé nada. Prefiero los franceses por ahora, los alemanes son demasiado para mi cabeza, porque el que sabe que sabe es que no sabe nada y por eso sabía todo, o ago así. Más que para recordar esto tengo que meterme tan adentro de mi cabeza y meter mano en cosas que están demasiado guardadas como las tardes con Nejibe, hablando y discutiendo sobre filosofía y Angie que dormía debajo de la mesa en esas siestas tucumanas tan calurosas. Y la campana, y el mate y la gente en el anfiteatro.
No me tengo que olvidar que para estar ahí antes he tenido que pelearme con Euge en 5to grado, y antes que eso he tenido que conocerla un año antes un primer día de escuela y nuestras madres hablando y Euge mordiéndose el labio inferior y mirando para otro lado.
"Me sobraste" le dije años después. Lo negó.
Amigas, pelea, amigas luego en octavo. No tengo que olvidarme nunca que para que seamos amigas ella se ha tenido que ir a Holanda por cuatro años y yo en esos años he tenido compañeros varones en otra escuela y he jugado al fútbol con ellos. Y no me tengo que olvidar de Santiago diciéndole a la Srta. Sbrocco que yo le decía que la piel por debajo de la costrita del codo que se le había salido parecía carne de pollo, y la Srta. Sbrocco que luchaba con mi pelo y me peinaba todos los días por pura facinación.

No me tengo que olvidar de tantas cosas que soy, que creo que me olvido lo que me está pasando ahora.

5 comentarios:

Tito... dijo...

Así fue:

1.- Qué bueno, Lau posteó!
2.- Ufa, hay mucho para leer...
3.- Creo que hace un tiempo que no escribía así de lindo.

Mostra dijo...

Qué hacés tito?
Tanto tiempo chango.. en qué andás? estás por tus pagos ya vacacionando?

Tito... dijo...

Ando bien, muy bien, terminando el año.
Me hiciste acordar que tengo que sacar URGENTE el pasaje para el veintipico.
Saludos!

Mostra dijo...

Lo mismo digo de los pasajes... uhm
hoy voy.

Saludos

Camilo González Lowy dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.