jueves, diciembre 22, 2005

Sauna

Dicho y hecho. Tuculandia es un sauna. No se puede caminar por las calles sin sentir un tufo constante, el sueño de pensar que es solo pasajero y luego sobreviene una brisa fresca de playa. Sueño, utopía.
Está de más decir que el día que llegué, abrí la heladera y me comí una empanada.
Realmente está aquí lo que busco?
Por el momento me he mantenido ocupada trabajando.
"El ojo del patrón engorda el ganado" me quiere convencer mi vieja, pero yo voy igual, no hace falta que me pida. Mi carácter de zombi que accede a todo es incomparable, aún con amigos. Llamo para saludar a alguien y me dice "qué me ibas a proponer" y le digo que quiero vale cuatro y vamos a comer por ahí. Todos acceden también, pero el calor es insoportable, tanto que ha tomado vida entre nosotros. Ha logrado ser uno de los temas más seductores expuestos en las conversaciones. "No puedo más", "me está matando", "ya no puedo respirar". Todo me traslada a un infierno conocido.
Qué hago aquí me pregunto una y otra vez, camino por la calle y ya no veo nada. Me han parado varias personas casi a los gritos, y sólo he frenado a saludar y a escuchar todo lo que tienen para decirme, seguido de un "yo bien, cansada, qué se yo..." y siguiendo luego mi camino.
Me doy cuenta que irme a los valles es una utopía.
Como para variar, empezó el rally médico. Ayer fui al oculista. Hoy me hice los anteojos. "hacete os pares, dejá uno en tu casa y el otro llevalo siempre con vos" -ok. Me hice dos pares.
Lo trágico tenía que llegar, saliendo del negocio en busca del auto, estaba cruzando con madre para ver algo y como tucumán es tucumán, los canteros de tucumán en la peatonal están hechos de unos adoquines que parecen de acero. Y como hace mucho calor, yo vivo de ojotas. Así que bueno, no lo vi. Le di tal patada al cantero que hasta un señor que venía en perpendicular dijo "uhhhhhh" y yo sólo atiné a poner cara de dolor y pensar que se venía la primera quebradura de mi vida. Me miré el pie, lastimado. Hinchazón en potencia. "Vamos al sanatorio" le dije, "no mejor no, veamos si se me pasa" le volví a decir. "te duele?" me preguntó. "como el demonio".
Así que así ando, herida en muchos aspectos de mi vida, pero no mal, muy tranquila.Qué se yo.
Tengo que planear algunas cosas me parece. Hoy por el momento me voy a escuchar bandas de unos amigos, mañana quién sabe. Vamos a ver qué va sucediendo bajo la lunita tucumana.

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