
De verdad que hay cosas en la vida que son mágicas, y una de ellas para mi es Willy Wonka y su fábrica de chocolates (1971).
Me acuerdo que hace unos años enganché esta película en la tele sin saber de qué se trataba y al instante me pareció algo extraño, ajeno a todo lo que había visto antes, y me gustó, esos colores muy de los 70, la psicodelia, el surrealismo, la abstracción, todo junto. Explosivo.
Desde ese momento pasó a ser una de mis películas favoritas.
La magia, el suspenso, lo bizarro, son tres de las cualidades de este largometraje que te traslada a un mundo de ensueño creado por Gene Wilder (Willy Wonka) en su fábrica donde trabajaban los oompa loompas, traídos por el mismo para salvarlos de las bestias feroces del pais donde vivían.
Se me alegra la vida de solo pensar que puedo verla cuando quiera.. es magia, les juro. Por momentos uno se pone los zapatos de Charlie, sufre con él y se emciona con el abuelo...
El musical inmiscuído no es más que un condimento escencial y extraordinario que salva pone magia en esos momentos no mágicos.
No puedo decir más.. tienen que verme la cara.
La recomiendo..
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